El mar de Salomón

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domingo, 18 de septiembre de 2016

SER O NO SER: SER Historia, he aquí “El mar de Salomón”

SER O NO SER: SER Historia, he aquí “El mar de Salomón”






        -¿Por qué estás nerviosa? -me preguntó con empatía Nacho Ares, fuera de antena.

         La verdad es que yo estaba hecha un flan, llevaba horas “torturada” por la alegría de participar en su programa, y él percibió mi nerviosismo.

         - Porque no todos los días una habla de su primera novela en una cadena como SER, y menos aún, en un programa como SERHistoria, ¡con tantos oyentes! ¿Quién me iba a decir a mí, Nacho, que yo participaría en un programa que sigo desde casi sus inicios?





          - Pero tú tranquila –me  respondió él-. Todo va a salir bien, ya verás…



     …Y entonces, comenzó la entrevista: una amable conversación que transcurrió de un modo mucho más fluido de lo que mi temerosa imaginación había anticipado (es una suerte que a veces la realidad se parezca tan poco a la ficción). Así que, contra todo pronóstico, me tranquilicé enseguida y disfruté plenamente de ese lugar de encuentro mágico que constituye la Radio.
 
    

     
      

       Tal vez me serené, gracias a que la cálida voz de Nacho me resultaba muy familiar,  ¡era  como estar charlando con  un amigo al que ves (escuchas) a menudo! 

      Departimos animadamente sobre el Antiguo Testamento, sobre la historicidad/no historicidad de la Biblia,  sobre las figuras de David y Salomón, sobre el ascenso de este al trono, sobre la magia en aquellos días, sobre la vida de las mujeres de entonces…






   Creo que lo mejor es que nos escuchéis. La entrevista es al comienzo del programa (a partir del minuto cinco) y se me pasó en un pis pas. Espero que os guste tanto como a mí:






    

       Ah, y además de dar desde aquí las gracias a Nacho Ares por su interés y amabilidad, quiero darlas también a Cristina Fernández Vera, productora de SER Historia, que se encargó de que la entrevista se celebrase en las mejores condiciones (y, por supuesto, a mi amigo Juan Ramón Tirado Rozúa, por su apoyo logístico y moral).